Un rey preocupado por el futuro, una hija capaz y aguerrida, un hombre valiente y dispuesto a todo por alcanzar la paz.
¿Están sus caminos destinados a encontrarse?
En las convulsas tierras del norte, las tribus han alcanzado un equilibrio; a pesar de que algunos todavía guerrean entre sí, Mordrain ha conseguido que su reino sea un lugar de paz. El problema del rey es que se ha hecho mayor y, aunque ha tenido muchos vástagos con la que fue su esposa, Eara, tan solo le queda una sucesora, Cailin, que hace dos años alcanzó la edad adulta.
Una promesa a su fallecida reina le ha impedido casarla hasta la fecha, pero los reinos allende de sus fronteras son brutales y despiadados, por lo que, tras la muerte de otra de sus hijas más mayores, es necesario que una nueva alianza se forje para proteger a su gente. Aunque eso vaya en contra de los deseos de su heredera.
Lean el Bárbaro, dirigente de su tribu, en plena zona de continuas guerras y saqueos, admira a un reino del que únicamente ha oído hablar y que no solo se mantiene al margen de las escaramuzas, sino que es neutral y, en muchas ocasiones, mediador de conflictos entre otros reinos, y admira al rey Mordrain por conseguir semejante hazaña. Por ese motivo, cuando se entera de que este ha hecho un llamamiento a los distintos líderes, acude también. Pero no solo desea conocerlo: debe saber si los rumores de que busca una alianza mediante el matrimonio con su hija son ciertos y, si es así, disuadirlo. Lean cree que las mujeres recién llegadas a la adultez no deberían convertirse todavía en esposas y mucho menos de guerreros y saqueadores sangrientos.
Sin embargo, cuando la vida y la muerte conviven, solo queda una salida: La Alianza.