No olvide traer su corazón, será un placer robárselo.
¿Qué pasa si amas a alguien, pero no puedes romper los límites ni las reglas?
Rebel y Gaby no se tocan. Forma parte de los límites no hablados desde que escaparon juntos del orfanato. Ahora, mucho menos, a pesar de los sentimientos y la tensión entre ellos, cada día más fuerte, más intensa, que amenaza con arrastrarles.
No podrían trabajar juntos si rompieran los límites. Y a su jefa, la que dirige Los príncipes Ladrones, no le gustaría. Hay que respetar las reglas. Pero una noche, durante un trabajo, Gaby se hace con el anillo de compromiso de heredero Dylan Marini y esa pequeña reliquia lo cambia todo.
Porque si rompes una regla, el resto acaban por resquebrajarse. Porque si rompes los límites, ya nada es igual. Porque a veces, lo que menos esperas es que te roben el corazón. O descubrir que hacía tiempo que lo habías perdido.
Regla 1: entrar, robar y en dos horas, largarse.
Regla 2: nada de nombres. Ni siquiera falsos.
Regla 3: No permanecer en la memoria de nadie.
Regla 4: no mostrar debilidad en ningún momento.
Regla 5: solo estafas y golpes de alto nivel.
Regla 6: no implicarse.
Regla 7: no traicionar a La Condesa.